“Arbitrariedad y barbarie, clausuraron el bar Macedonio”, denuncia en las redes sociales Miguel Angel Molfino. El evento cultural fue publicitado, pero el municipio esperó el momento de realización para clausurar el bar ubicado en Vicente López y Planes 571.

No es la primera vez que la gestión de Roy Nikisch clausura un local cuando se estaba desarrollando un evento: semanas atrás –en abril- le tocó igual situación a Molly bar (Don Bosco 252) cuando realizaba un evento sobre cannabbis que también había sido publicitado en las redes y los medios de comunicación.

Clausura de Macedonio

“Mientras se desarrollaban lecturas de poesía, programa debidamente anunciado en los medios días antes, irrumpió una patota de empleados municipales que llegaron para clausurar el local y suspender la lectura de los poemas”, describe Molfino.

"’Ruidos molestos’, adujeron los sensibles oídos de los municipales, algo inexistente, ya que la lectura de poesía es un acto intimista llevado a cabo frente a un público expectante y callado. No es la primera vez que ocurre, hay alguien en la Justicia que detesta la poesía, la narrativa, la música, el mundo sensitivo de la humanidad, que ve en Macedonio un anticristo ruidoso y que no lo es”, repudia el narrador, cuentista y periodista.

Y recuerda: “En Macedonio, hace ya más de diez años llevo adelante talleres de escritura y lectura sin más ruidos que el rasguño de la birome al arrastrarse sobre la hoja de papel o el jadeo invisible de las hojas cuando uno cambia de página. Hemos editado una antología de cuentos escrita sobre las mesas de Macedonio y tenemos casi lista otra, que, debido a la incursión punitiva municipal, estamos obligados a suspenderla”, informó Molfino.

“También, en las mesas de Macedonio se sueñan futuras obras de teatro, juntadas de músicos, se tararean temas que mañana serán canciones”, cuenta sobre la amplia agenda cultural que en el bar de Resistencia se realiza hace una década.

Molfino reflexiona que “la Argentina ha entrado hace ya un tiempo a una dinámica represiva digustante y dolorosa hacia la cultura. Ahora esta ola golpea sobre nuestros sitios de esparcimiento, arte y felicidad. Y estamos dispuestos a defender nuestros pedacitos de paraíso que nos corresponde bajo nuestro maravilloso cielo”, advierte.

“Digamos no al cierre de Macedonio. Apertura inmediata de sus puertas. Y si no hay respuesta, preparemos una concentración pacífica frente a sus puertas. Que no nos roben el placer de crear y de hablar de nuestros mundos. ¡Aguante macedonio!”, finaliza Molfino al llamar a defender la cultura.