El intendente radical de Resistencia, Roy Nikisch, volvió a ser noticia este domingo y no por un camión de recolector incendiado, sino que por un comunicado a través de las redes sociales del municipio advirtiendo a los vecinos que no habrá recolección de residuos en Resistencia.
Desde el domingo la basura desborda en los barrios y toda la ciudad porque la Municipalidad no tiene un plan B para la recolección.
De esta manera, y como ya es costumbre en la actual gestión, responsabilizaron a la empresa Santa Elena y a sus trabajadores y dejan sin un servicio público elemental a la ciudadanía. En paralelo, 70 trabajadores prenden de un hilo en su fuente laboral.
Es de recordar que Santa Elena es nada más y nada menos que una reconversión de Pimp la empresa que se creó en la gestión de Aída Ayala como intendenta y Leandro Zdero como jefe de Gabinete municipal.
La “excusa” de Roy
La Municipalidad de Resistencia informó mediante placas que publicó este domingo en sus redes sociales que desde este domingo, “la empresa Santa Elena ha decidido remover la totalidad de sus camiones compactadores y sus choferes no están prestando servicio”.
Esta situación “es producto de un conflicto interno” entre la empresa y sus trabajadores, afectando a todos los vecinos de Resistencia, dice.
Y agrega: “La ciudad ya venía sufriendo un servicio resentido por la decisión de la empresa de retirarse en ciertos turnos y horarios”.
Resaltan desde el municipio en consecuencia: “Estamos implementando un mecanismo provisorio de urgencia para afrontar esta situación”.
Vale recordar que Nikisch ya se había desentendido del mantenimiento del alumbrado público de Resistencia, el eje principal de su campaña electoral, pero que a los pocos días de asumir derivó a la empresa Secheep tras dar de baja el convenio.