El domingo un popular barrio de la zona sur de Resistencia amaneció con un tiroteo. El saldo fue de tres personas heridas y sangre y balas esparcidas por las calles.

Se trata del Juan Bautista Alberdi, aledaño al Güiraldes, dónde tres personas terminaron heridas.

Hasta el momento se sabe que los sospechoso del ataque fueron identificados como Galarza y Mosqui.

El uso de armas de fuego genera alarma en la comunidad.

Desde la División de Unidad Seguridad Hospitalaria se informó que la ambulancia 6828, dirigida por el doctor Gustavo Gómez, trasladó a dos jóvenes de 22 años, identificados como Josefina Zalazar y Leandro Troncoso, quienes sufrieron heridas de bala y se inició una causa por "supuestas lesiones por terceros".

Ambos pacientes fueron examinados por el doctor Ignacio Benoist, quien diagnosticó a Zalazar con una herida en el brazo derecho y a Troncoso con una herida en la muñeca derecha, ambos por proyectiles de arma de fuego.

Además, un tercer afectado, es un joven de 15 años C.N. A., quien también llegó al hospital pero en un vehículo particular, trasladado por su madre. El menor de edad presentó una herida por proyectil de arma de fuego con orificio de entrada y salida en la pierna derecha.

Los tres heridos permanecen en observación en el servicio de Guardia y Emergencias del Hospital Perrando.

Según los testimonios recabados por testigos ocasionales, se produjo un enfrentamiento entre dos grupos de personas en el que se habrían escuchado disparos.

Los afectados identificaron a uno de los supuestos atacantes como Jonathan Galarza, y mencionaron a otro individuo apodado "Mosqui".

A pesar de que los afectados han expresado su temor a radicar denuncia por represalias, la Fiscalía, a cargo de la doctora Valdez,  actuó de oficio y ordenó la aprehensión de Galarza por "supuesto abuso de armas".

La intervención policial incluye la participación de la División Homicidios e Investigaciones.

Mientras se llevan a cabo las investigaciones pertinentes y se busca esclarecer los motivos detrás de este violento episodio, la preocupación por la seguridad en la comunidad crece. Las autoridades continúan buscando testigos y reunieron información relevante en el lugar de los hechos, donde también se está evaluando la posibilidad de contar con grabaciones de cámaras de seguridad que puedan ayudar en la investigación.

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