Usuarios cansados, paquetes rotos y un sistema de reparto que parece improvisado. Así describen varios destinatarios la situación que se repite a diario en depósitos y camiones del correo: luego del control de carga, los paquetes son literalmente arrojados dentro del vehículo, sin ningún cuidado ni criterio.
“Después del escaneo, los tiran como si fueran bolsas de papas”, contó una empleada que prefirió no dar su nombre. El problema no termina ahí: cuando llega el momento del reparto, los productos frágiles —aunque estén rotulados como tales— aparecen rotos, abollados o con las cajas destrozadas.
En este video el que los filma expresa la bronca que tiene el trabajador que revolea los paquetes dentro del camión.
Electrodomésticos, celulares, vajilla, repuestos… No hay ítem que se salve. Las quejas se multiplican en redes sociales, donde los usuarios comparten fotos de los daños y reclaman que nadie se hace cargo.
Desde el gremio de los trabajadores postales aseguran que hay falta de capacitación y sobrecarga de tareas. Mientras tanto, los usuarios siguen esperando lo mismo de siempre: que su paquete llegue entero.
¿Vos, qué pensás?