Heidi Franco, trabajadora despedida de la Línea 137, expuso este lunes en declaraciones radiales la crítica situación que atraviesa el programa de atención a víctimas de violencia en el Chaco. Según relató en diálogo con Alerta Urbana, el servicio funciona con serias deficiencias estructurales y laborales, y además sufrió el despido de personal en medio de un contexto alarmante.
“Nos despidieron cuando más se necesita el servicio”, expresó Franco, quien remarcó que la Línea 137 —que brinda asistencia integral a personas en situación de violencia— está siendo desmantelada progresivamente, pese al incremento sostenido de casos que requieren atención urgente y especializada.
Según su testimonio, las condiciones laborales eran precarias, con contratos inestables y sin garantías mínimas para las y los trabajadores que se enfrentan a situaciones de altísimo estrés y exposición. “Además del desgaste emocional que implica este trabajo, ahora también nos enfrentamos a la incertidumbre total por los despidos”, advirtió.
La denuncia se suma a una serie de reclamos por parte de distintos sectores que advierten sobre el vaciamiento de políticas públicas esenciales en áreas sensibles como niñez, género y salud mental.
En un momento en que la violencia de género sigue siendo una problemática extendida en la provincia, la reducción de recursos humanos y técnicos para el abordaje de estos casos genera preocupación en organizaciones sociales, profesionales y sectores vinculados a los derechos humanos.
Desde el gobierno provincial aún no hubo declaraciones oficiales sobre la situación del programa ni sobre los despidos denunciados.