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Simons sin pelos en la lengua

Supermercadistas chaqueños sobre la crisis real del consumo: "La gente compra solo con lo que tiene en la mano"

La realidad planteada por Miguel Simons ofrece un testimonio directo y claro sobre la compleja situación que atraviesan las familias chaqueñas y argentinas, lejos del relato oficial.
La realidad planteada por Miguel Simons ofrece un testimonio directo y claro sobre la compleja situación que atraviesan las familias chaqueñas y argentinas, lejos del relato oficial.

Miguel Simons, referente de los supermercadistas pymes en la provincia del Chaco, dio un panorama contundente y sin filtros sobre la situación económica que atraviesan las familias argentinas, desmintiendo las versiones oficiales del Gobierno nacional sobre el consumo y el endeudamiento.

Consultado acerca de las recientes afirmaciones gubernamentales que niegan un endeudamiento masivo para la compra de alimentos, Simons fue categórico: “La gente solamente destina dinero a pagar servicios y lo poco que le queda a consumir. No se endeuda nada, en el sentido de que no tiene cómo endeudarse, que directamente no tiene resto para endeudarse”, graficó en una entrevista realizada en el programa La cabeza y el sombrero de Radio Independencia.

El supermercadista explicó que los clientes en los comercios pymes “compran tan poco, compran con lo que tienen en la mano”. En muy pocas ocasiones utilizan tarjetas de crédito para compras en tres cuotas, cuando hay beneficios puntuales en supermercados mayoristas, pero la regla general es pagar al contado y limitar las compras a lo imprescindible.

Con relación al consumo, Simons fue tajante: “El consumo nunca creció, porque hay un error de concepto. La inflación no significa mayor consumo ni que el salario... viene de una base muy, muy baja”. Si bien destacó que la baja inflación puede resultar beneficiosa para que el salario no siga perdiendo valor, remarcó que “como el salario quedó tan atrasado, la rentabilidad del negocio quedó tan atrasada” y, en consecuencia, la situación no mejora.

El referente aportó cifras concretas para dimensionar la crisis: “El empleado en relación de dependencia, cada vez son menos. Hoy más o menos promedia 800.000 pesos, 900.000, 1 millón de pesos. Un millón de pesos, una familia de cuatro, ya sabemos que apenas le alcanza para sobrevivir”.

Para que el consumo se reactive, según Simons, “ese empleado tendría que ganar 1.300.000, pero la inflación se mantiene baja. Ahí sí va a aumentar el consumo porque realmente el salario va a tener buen poder adquisitivo”.

Además, la realidad laboral en los supermercados pymes es crítica. “Absolutamente ningún supermercado está generando nuevos puestos de trabajo”, señaló. “Se maneja con la familia y con lo que tienen, si se va alguno no se reemplaza. Es imposible”. El alto costo de mantener un empleado en blanco es uno de los principales obstáculos.

En ese sentido, Simons no dudó en abordar un tema incómodo pero real: “La cantidad de impuestos que se pagan hacen que directamente el comerciante opte por no jugársela y delinquir, porque todos sabemos que no pagar, tener un empleado en negro es delinquir, pero directamente optar por ese lado porque le es imposible ponerse al reglamento con la ley”.

Respecto a la apertura de importaciones impulsada por el gobierno de Javier Milei, Simons fue crítico y reveló que en el sector pyme “nada, cero, no hemos recibido ni oferta de productos importados con mejor precio ni nada por el estilo”. También cuestionó la política de liberar abruptamente el mercado: “No puede tener un tigre criado en cautiverio y de repente abrirle la jaula y largarlo y decirle ‘salí y rebuscate’. Eso fue un error de este Gobierno”.

Drástica caída

Simons detalló la drástica caída en el consumo en la provincia del Chaco, con datos alarmantes:

Pan: 53% de caída

Confitados: 78% de caída

Tortas: 84% de caída

“La gente primero que ya no pide 1 kg de pan, pide por lo que tiene en la mano”, describió.

Por último, el supermercadista detalló un cambio de hábitos en el consumo, con foco en productos básicos: “Lo que va a seguir consumiendo es justamente eso: todo lo que es harina, o sea fideos, pan, arroz, lo básico”. También mencionó “la terrible caída del consumo de carne y el aumento de consumo de cortes más baratos como el pollo”.

Sobre las marcas, Simons fue concluyente: “La gente ya no compra marca, compra precio. La gente busca lo que le da el bolsillo”. Puso como ejemplo que “lo único que se fija es que, por ejemplo, el aceite sea de girasol y después no importa la marca”.

La realidad planteada por Miguel Simons ofrece un testimonio directo y claro sobre la compleja situación que atraviesan las familias chaqueñas y argentinas, lejos del relato oficial y con cifras que invitan a repensar las políticas económicas actuales.

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