Tras trece años de espera, la Justicia chaqueña dictó un fallo por el caso de Luz Milagros, la bebé que nació con complicaciones en Resistencia en abril de 2012 y que, según denunció su madre, fue declarada muerta en el Hospital Perrando de Resistencia donde nació. La noticia provocó indignación en la familia y en la comunidad que siguió el caso.
Luz Milagros pesó apenas 840 gramos y fue dada por muerta. Su mamá, Analía Boutet, la encontró viva 12 horas después en la cámara frigorífica. La beba quedó con secuelas graves y murió al año siguiente. La Justicia chaqueña no aplicó condenas penales y un juzgado civil ordenó una indemnización cercana a los 100 mil dólares. Las médicas involucradas en el procedimiento no sufrieron quita de matrícula y podrán seguir ejerciendo.
Analía Boutet, madre de Luz, relató con dolor lo ocurrido aquel día: “Luz fue puesta en la morgue viva. Yo la encontré allí, con escarcha de hielo. Fue desgarrador”, dijo en un video donde expresó su descontento con la decisión judicial.
En el fallo, la ginecóloga Olga Liliana Gilbert Finos, quien según la denuncia habría colocado a Luz en la camilla para que fuera declarada muerta, fue absuelta de los cargos. Asimismo, María Mercedes Veira, la pediatra que atendió a la recién nacida, también fue absuelta. Según Boutet, Veira no realizó maniobras de reanimación ni administró medicación alguna para intentar salvar a su hija.
“La sacaron del canal de parto, la metieron directamente en un cajón y luego lo clavaron. No permitieron que el papá la vea, solo le dijeron que fuera directo a la morgue. Doce horas después fui a verla y me la encontré viva”, relató la madre.
Luz Milagros quedó con secuelas irreparables: se alimenta mediante un botón gástrico y respira a través de una traqueotomía. Su madre enfatizó la necesidad de justicia: “Es desesperante saber que estas médicas van a seguir ejerciendo, teniendo bebés en sus manos. Ningún bebé más debería pasar por esto y ninguna familia debería sufrir lo que nosotros sufrimos”.
El caso pone nuevamente en debate la responsabilidad médica y el control sobre los procedimientos en neonatología, así como la necesidad de proteger los derechos de los recién nacidos y sus familias. A 13 años del caso Luz Milagros ni su familia obtuvo justicia.