En el Gran Resistencia, la precariedad laboral alcanza al 49,2% de los asalariados, según un informe reciente del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), dependiente de la UBA y el Conicet. Esto significa que uno de cada dos trabajadores en relación de dependencia no realiza aportes jubilatorios ni cuenta con cobertura social, una situación que expone la fragilidad estructural del mercado laboral chaqueño.

De acuerdo con el relevamiento, el nivel de informalidad a nivel nacional se ubicó en 37,7% durante el segundo trimestre de 2025, el registro más alto de los últimos 17 años, excluyendo el período excepcional de la pandemia. En comparación con el mismo trimestre del año pasado, el aumento fue de 1,4 puntos porcentuales, reflejando el estancamiento del empleo formal y la persistencia de actividades productivas con baja capacidad de generar puestos registrados.

El Nordeste, la región más afectada

El informe señala que el Nordeste argentino presenta los niveles más alarmantes de todo el país, con una tasa promedio del 48,37%. Dentro de la región, los valores más elevados se registran en Formosa (52,2%), Corrientes (48,7%), Posadas (43,4%) y Resistencia (49,2%). En contraste, las regiones pampeana y patagónica muestran realidades muy diferentes, con niveles mucho más bajos de empleo no registrado: Neuquén-Plottier (22,9%) y Ushuaia-Río Grande (17,9%).

Sectores más vulnerables

La informalidad laboral se concentra principalmente en determinados sectores. El servicio doméstico y la construcción lideran el ranking con tasas superiores al 75%, seguidos por el comercio, que supera el 50%. En el otro extremo, el empleo público y los servicios financieros presentan los niveles más bajos, con registros que oscilan entre 9% y 21%.

Jóvenes y baja educación, los más expuestos

El estudio advierte que la falta de empleo formal afecta especialmente a los jóvenes: el 63% de los trabajadores menores de 25 años se desempeña sin registración. El nivel educativo también marca una brecha decisiva: entre quienes no completaron el secundario, la informalidad trepa al 65%, mientras que entre los universitarios con título desciende al 17%.

Un mercado laboral estancado

La capital chaqueña figura entre los aglomerados urbanos con peores índices de empleo formal del país, junto con Gran Tucumán (59,6%), San Juan (56,7%) y Santiago del Estero (52,2%).

Según el informe, la dependencia del empleo público, la escasa diversificación productiva y la baja productividad de los sectores privados predominantes explican gran parte del fenómeno.

La persistencia de la informalidad en niveles tan elevados plantea un desafío estructural para el Chaco y la región, con efectos directos sobre la recaudación fiscal, la seguridad social y la posibilidad de acceder a empleos de calidad.