Un joven recibió la mordida de una yarará cuando se encontraba realizando trabajos de campo, y lo primero que hizo luego de lograr soltar de su tobillo al ofidio, fue quemar la herida, lo que agravó un poco más su cuadro. Gracias al rápido accionar del equipo médico local, pudieron salvaguardar la herida y colocarle cuatro dosis de suero antiofídico. El hombre se recupera en el hospital de la ciudad y su tratamiento le llevará prácticamente un año.
No podrá consumir alcohol por un año. Y según un médico que lo atendió, explicó que la mejor forma de actuar ante una mordida de estas características es tomar mucha agua, para desintoxicar el cuerpo y eliminar el veneno del animal, y evitar indefectiblemente la toma de alcohol porque puede dañar el sistema nervioso.
Fuente: LT7